La CEO de Sisteplant destaca la necesidad de promover vocaciones tecnológicas entre las mujeres
El sector industrial ha sido tradicionalmente un ámbito masculino y, a día de hoy, las mujeres todavía representan solo el 25% de los profesionales, según datos del Ministerio de Trabajo. Aún así, tal y como explica Ana Santiago, las cosas están cambiando poco a poco y en las universidades y escuelas de Ingeniería está aumentando el número de estudiantes femeninas. “El incremento de chicas en Ingeniería es evidente, otra cuestión es el desarrollo profesional que se hace después de esos estudios”.
Ana Santiago es ingeniera industrial y desde hace 3 años, máxima responsable de la compañía vizcaína Sisteplant, especializada en servicios de ingeniería industrial para empresas. Además, compagina esa actividad con la docencia, puesto que es profesora de Ingeniería y Gestión en varias universidades y escuelas de negocios. Según la CEO de Sisteplant, de cara a reducir la brecha de género en el ámbito tecnológico, es importante despertar el interés en edades tempranas. “Desde que niños y niñas son pequeños debemos tratarlos en igualdad, con juegos orientados a despertar el interés por las tecnologías, por cómo funcionan las cosas y cómo se construyen”.
Las carreras STEAM ofrecen muchas oportunidades profesionales de futuro y por ello es importante que las jóvenes se abran a esas posibilidades. Sin embargo, tal y como explica Ana Santiago, muchas veces estas profesiones están ligadas a ciertos estereotipos, y los chicos y chicas no saben que tienen salidas profesionales muy diversas. “Estamos viviendo una revolución tecnológica y aún no sabemos qué perfiles se necesitarán, pero es innegable que deberán tener una base tecnológica”, afirma la ingeniera industrial, “eso te permite desarrollarte y adquirir nuevos conocimientos porque tienes la cabeza estructurada para entender cómo funcionan las cosas, así que una ingeniería te abre la posibilidad de trabajar casi en cualquier etapa de la cadena de valor de una compañía”.
Sisteplant es una empresa que nació hace 35 años, especializada en la optimización de procesos productivos, logísticos y organizativos en el sector industrial. Actualmente, está ubicada en el Parque Tecnológico de Bizkaia y cuenta con presencia en cinco continentes, más de 2.000 clientes y una plantilla de 170 personas. La innovación juega un papel esencial en su estrategia de negocio, puesto que la inversión en I+D supone el 30% de los costes anuales de la empresa. “Tenemos unas políticas muy fuertes de innovación, algo que resulta muy motivador para las personas que trabajan con nosotros porque siempre supone retos”.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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