Los polímeros biodegradables que permiten el desarrollo de dispositivos médicos de uso temporal -ayudan a la regeneración de los tejidos lesionados sin necesidad de una segunda intervención quirúrgica- son el campo de acción de Polimerbio. La compañía biotecnológica es un spin off del grupo de investigación en Ciencia e Ingeniería de Biomateriales Poliméricos (ZIBIO group), liderada por el profesor José Ramón Sarasua, catedrático de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), quien forma parte del ecosistema de Polymat. Desde su sede en Donostia, la compañía da nuevos pasos en la creación de nuevos biomateriales poliméricos bioabsorbibles para la regeneración de tejidos dañados. Conversamos con Juan Carlos Antigüedad y José Ramón Sarasua, cofundadores de la empresa, CEO y asesor científico de la misma, respectivamente.
¿Son los nuevos materiales y la ingeniería de tejidos un camino por el que la medicina puede avanzar cualitativamente en los próximos años?
Los avances en la ingeniería de tejidos van sin duda de la mano de sistemas de nuevos materiales como los basados en polímeros biodegradables que -como plataformas de fijación de temporal- benefician la regeneración de tejidos dentro del cuerpo humano. Además, son materiales que se pueden combinar de forma óptima con moléculas bioactivas y fármacos específicos que, liberados de forma local, permiten la regeneración del tejido sin necesidad de una segunda intervención para extraer el material cuando el tejido ya está reparado, sea duro (hueso) o blando (uretral, nervioso, cardiovascular etc.).
Crean polímeros ‘a medida’. ¿Estamos en la era de la personalización de la medicina?
Sin duda en el futuro es previsible que los importantísimos avances que se están produciendo en genómica y proteómica den lugar a terapias personalizadas. En ellas, los portadores de polímero biodegradable jugarán un papel primordial como plataformas para la liberación de nuevos fármacos en terapias para combatir diferentes enfermedades, incluido el cáncer.
¿Cuáles son los beneficios que aportan a los pacientes y a la medicina los productos biomédicos que desarrolla Polimerbio? ¿Y cuál es la diferencia entre estos productos y los dispositivos no biodegradables utilizados hasta ahora?
Hasta hace poco los implantes incorporados en el cuerpo humano para la reparación de lesiones eran de tipo metálico o cerámico. Estos siguen siendo imprescindibles cuando se requieren implantes permanentes. Por ejemplo, para el reemplazo de cadera se usan mayoritariamente este tipo de materiales. Sin embargo, las oportunidades y expectativas para implantes temporales son enormes, es este el campo donde los sistemas de base polímero desarrollados en Polimerbio presentan propiedades óptimas debido a su biodegradabilidad, biocompatibilidad y propiedades mecánicas ajustadas a medida del tejido y parte a reparar.
¿Está el ámbito médico preparado para integrar en sus procedimientos este tipo de nuevos productos, con sus especificidades?
En la actualidad existen unos pocos productos de estas características en el mercado. Se pueden citar las suturas bioabsorbibles o las placas y los sistemas de fijación para reparación maxilofacial; o tornillos y clavos de fijación temporal para la reparación de ligamentos en traumatología, y también los catéteres y stents para terapias cardiovasculares. Los procedimientos establecidos para estos nuevos materiales no están muy extendidos y son costosos, pero los beneficios desde el punto de vista del paciente y socio-sanitarios son enormes, así como las diferentes posibilidades de aplicación de estos biomateriales absorbibles.
Dentro de nuestro equipo de desarrollo hemos incluido a médicos, precisamente para que el producto se adapte lo mejor posible a las necesidades médicas. Creemos que de esta forma cada uno de los productos que se vayan desarrollando en Polimerbio tendrá una buena aceptación en el ámbito médico.
En julio se sumaron a su accionariado la empresa guipuzcoana Plastigaur y Basque Fondo, el fondo de capital riesgo del Gobierno vasco. ¿Qué caminos se les abren con este paso?
La incorporación de Plastigaur a nuestro accionariado ha supuesto un salto cualitativo muy importante porque incorporamos a un socio con gran experiencia en fabricación, comercialización y distribución de productos, que además está apostando muy fuerte por nuevas áreas de negocio y la utilización de polímeros. Para Polimerbio no representa solamente la aportación en el capital, sino que además es un magnifico compañero de viaje en nuestros desarrollos.
La incorporación de Capital Riesgo del Gobierno Vasco nos supone un respaldo a nuestro proyecto por la parte institucional, lo que nos sirve para que nos esforcemos aún más en llevar al mercado nuestra tecnología.
¿En qué proyectos están trabajando actualmente?
Polimerbio actualmente está trabajando en el desarrollo de un tubo urológico para la estenosis uretral (dispositivo médico). Nuestro objetivo es tenerlo en el mercado en 2022. Pero, además, estamos trabajando en investigación y desarrollo de nuevos dispositivos médicos para regeneración de tejidos basados en polímeros bioabsorbibles, que combinaremos con medicamentos para que, una vez implantados, liberen controladamente esos medicamentos y luego se biabsorban en el cuerpo. Estamos colaborando con centros tecnológicos como TECNALIA, TECNIKER, NANOGUNE, TECNUN… para el desarrollo de estos nuevos dispositivos médicos que iremos sacando al mercado paulatinamente.
El Grupo SPRI impulsa la I+D de las empresas vascas con herramientas, activos, ayudas, grupos de trabajo y alianzas con el fin de potenciar la investigación y generar nuevas tecnologías, con programas como Elkartek, Emaitek o Hazitek, cuya información puedes obtener aquí.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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