EKIN es una empresa de Amorebieta que se ha convertido en uno de los tres líderes mundiales en la fabricación de brochas de alta tecnología para los sectores de automoción y aeronáutico. La compañía, con unos 300 trabajadores, exporta el 80% de sus ventas. Ha recibido apoyo económico del Grupo SPRI a través del programa BDIH Konexio con el que el Basque Digital Innovation Hub está poniendo a disposición de las pymes la red conectada de activos y servicios de fabricación avanzada para la formación, investigación, testeo y validación.
La empresa surge en 1963 de la mano de varios emprendedores de Amorebieta, que trabajaban en el entorno en un fabricante de herramientas “y vieron oportunidad de desarrollar esta actividad y su conocimiento. Para lo que fundaron una cooperativa en una actividad de un producto que era totalmente importado, las brochas”, revela Josu Rodríguez, CEO de EKIN.
La empresa fue creciendo con la fabricación de brochas, que son herramientas de corte para el estriado interior y exterior de piezas por arranque de viruta, en el sector de la automoción. “Y se fue evolucionando hacia una amplia gama con configuraciones en redondas, planas y cremalleras para múltiples aplicaciones”.
A mitad de los 80, la compañía se adentra en otro nicho de negocio, la máquina herramienta, especializándose en brochadoras y laminadoras, donde se emplean sus herramientas. “Se llegó a un acuerdo con un grupo japonés para introducir la tecnología. No somos un fabricante de herramienta al uso, porque no pensamos en vender solo la herramienta sino aportar las mejores soluciones para el cliente, evolucionando hacia soluciones más eficientes y ecológicas incorporando máquinas de brochado en seco”.
El siguiente hito es en 2010, con la integración de una empresa de la competencia, Ebay, ubicada en Igorre. “Juntamos nuestras capacidades y conseguimos ser líderes a nivel nacional en brochas y generar nuevas oportunidades de mercado”. En 2011 se abre una planta productiva en México, a la que siguieron otras dos plantas en India y Brasil en los siguientes tres años. “Esta implantación internacional venía marcada por nuestra obligación de cubrir determinadas zonas a través de presencia local para aportar las mejores soluciones para nuestros clientes”.
La planta de Brasil se cerró unos años más tarde y EKIN mantiene ahora cuatro centros productivos: los de México y la India, en el extranjero, y en Amorebieta y Lemoa, este último centrado en el tratamiento térmico.
Los sectores para los que trabaja son la automoción (tanto vehículos comerciales como los de transporte de pasajeros o industriales), aeronáutica, energía y las herramientas de mano. Los productos que comercializa son las brochas de diferentes configuraciones y aplicaciones junto a la máquina herramienta para el uso de esos productos.
La plantilla de esta cooperativa ronda las 300 personas y la facturación de este año estará sobre los 20 millones de euros, frente a los 17 del pasado año. A la I+D se dedica el 6% del negocio. Las exportaciones suponen cerca del 80% y los principales países donde venden son Alemania, Francia y Europa del Este, además de las ventas locales de México e India.
La ayuda del Grupo SPRI del programa BIDH Konexio se enfoca a la optimización del proceso que reduzca los regenerados de las moletas desgastadas y los defectos en máquina. Además, de la ventaja en la programación de los perfiles y la aplicación de correctores antes de rectificar, que contribuye a reducir el desperdicio de material, con el consiguiente incremento de la rentabilidad del proceso.
Los retos son la redefinición de la producción para el futuro, con mejoras de productividad y medios. “Estamos con el plan estratégico 2023-2025 con la idea seguir creciendo no solo en volumen sino también en valor. Estamos analizando nuevos productos para que aporten más valor y desarrollar también la actividad de nuestra división de máquinas. Queremos potenciar las soluciones para el sector de la energía y en automoción, que es nuestro sector natural, como la electromovilidad como nueva oportunidad”. EKIN ya ha empezado a vender brochas y máquinas que se montan en bicicletas eléctricas.
Todo ello manteniendo los valores del cooperativismo, “como la solidaridad y cooperación y seguir el espíritu de los fundadores de generar riqueza en el entorno”.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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