Tras un semestre de optimismo generalizado, con mejoría en todos los indicadores básicos (pedidos, facturación, exportación, empleo e I+D), la industria vasca había previsto que los próximos seis meses estarían marcados por una clara consolidación en el crecimiento. Sin embargo, la invasión de Rusia en Ucrania ha introducido la incertidumbre en sus perspectivas de futuro, sobre todo en tres aspectos clave: la energía, las materias primas y la logística.
El 24 de febrero, día en que Rusia comenzó la invasión de Ucrania, resultó un punto de inflexión para la marcha de la economía global, y para la vasca en concreto. Así se lo han trasladado hoy los y las responsables de los 16 clústeres de Euskadi al Lehendakari Iñigo Urkullu durante la reunión del Observatorio de Coyuntura Industrial (OCI) que ha presidido y en la que ha estado acompañado por la consejera Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia. En él se analizan las principales claves de la industria durante el pasado semestre y las perspectivas para los próximos seis meses.
Si hasta hace un mes el balance y las perspectivas eran de optimismo generalizado, la guerra ha introducido un elemento de ajuste a la nueva situación. En el último semestre habían crecido la mayoría de los sectores vascos. En su cartera de pedidos, mejoraban 9 de los 16 clústeres y un 40% esperaba continuar en esa misma línea y otro 40%, mantenerla.
En la facturación, el último semestre había crecido para el 80% de los sectores, y un 56% esperaba continuar subiendo y un 30% igualarla. Las exportaciones seguían una dinámica similar: el 75% de los clústeres habían apreciado un aumento en los anteriores seis meses, y para el futuro próximo un 50% confiaba en seguir creciendo y otro 50% en mantenerse.
El empleo también había subido y la previsión era optimista, con un aumento, aunque menos pronunciado. Por último, la I+D venía de un incremento sostenido y una perspectiva igualmente creciente.
La guerra de Ucrania y sus consecuencias han obligado a recalcular las perspectivas, aunque todos los clústeres están pendientes de saber cuánto se prolongará en el tiempo. Ahora mismo, los indicadores más ligados al corto plazo (pedidos, facturación y exportaciones) se ven afectados en primer lugar.
En concreto, 6 de los 16 clústeres ven inciertas o peores sus expectativas de pedidos y de facturación en el próximo semestre, aunque todavía hay 11 de ellos que esperan mantener o mejorar sus exportaciones.
Si la situación continuara en los próximos meses, podría afectar a los demás factores. Todavía hay 13 sectores de 16 clústeres que prevén un semestre mejor o igual en cuanto al empleo. Dependerá sobre todo de la duración del conflicto, de si obliga a parar máquinas y, por tanto, establecer medidas de regulación como los ERTES. Algunos advierten también del alza de los costes salariales.
El factor que mejor resiste a esta inestabilidad global es la I+D+i, cuyas inversiones se planifican a medio plazo y se mantienen sólidas. 15 de los 16 clústeres prevén mantener o mejorar su actividad en este apartado, incluso teniendo en cuenta el factor bélico. Aquí, se aprecia una gran oportunidad para las empresas vascas en los PERTES como las redes eléctricas digitalizadas, las renovables y el hidrógeno, o en almacenamiento de energía, además de la alimentación saludable o la servitización.
Replicar la resiliencia de la pandemia
La cadena de suministros se ha visto afectada en este último mes. Por tanto, habrá que buscar nuevas vías para la llegada de materias primas provenientes de Rusia y Ucrania. Al menos, los clústeres confían en replicar ahora la resiliencia demostrada durante la pandemia, que les ha permitido aplicar protocolos y nuevas medidas ante una circunstancia excepcional.
En esta coyuntura de aumento de precios –con la inflación que venía ya en aumento en los últimos meses-, la facturación es un indicador menos fiable. Si en la pandemia algunos sectores trabajaron con mayores márgenes sin facturar más, ahora ocurre, al contrario, con los márgenes en descenso.
En la logística –en el transporte por carretera- ha habido una incidencia directa de la guerra puesto que numerosos chóferes de origen ucraniano empleados en Euskadi han vuelto a su país.
El valor del Observatorio Internacional
En este sentido, las empresas pueden valerse del Observatorio Internacional puesto en marcha por el Gobierno Vasco a través de Basque Trade, que permite calcular el impacto económico y comercial de la invasión de Ucrania.
El conflicto ha irrumpido de tal manera que ha relegado casi por completo a la crisis sanitaria del COVID-19 como factor más decisivo en la competitividad. Fuera de esta coyuntura, sí existe un telón de fondo sobre otras cuestiones como la necesidad de la búsqueda de talento y la necesidad de aprovechar las transiciones digital y energética-ecológica.
Los 16 clústeres representan el grueso de la producción vasca. En el Observatorio de Coyuntura Industrial figuran: aeronáutica, alimentación, automoción, biosalud, construcción, energía, equipamientos ferroviarios, fundición y forja, hábitat, madera, oficina y contract, industrias marítimas, medio ambiente, papel, productos e instalaciones siderúrgicas, tecnologías avanzadas de fabricación, TEICs y conocimiento, y transportes, movilidad y logística.
Sector por sector
Observando sector por sector, se aprecian algunas especificidades:
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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