El centro tecnológico Leartiker ha iniciado un proyecto que investiga el impacto que podría tener en la salud de las personas el consumo de alimentos cárnicos y lácteos con calidad nutricional mejorada. NUTFOOD propone incorporar en la alimentación de los animales en origen aceites y tortas de semillas de oleaginosas de producción local que “mejorarán la calidad nutricional del producto final, produciendo mejoras en la salud de los consumidores”, explican desde el centro tecnológico.
“Los consumidores actualmente demandan alimentos cada vez más saludables y naturales y, generalmente, en la industria alimentaria se trabaja en la reformulación de alimentos más beneficiosos para la salud, reduciendo ingredientes que no lo son tanto”, apuntan desde la cooperativa vizcaína de Corporación Mondragón. Sin embargo, en este proyecto ponen el foco de esa reformulación en la alimentación animal, para conseguir alimentos “más saludables” a partir de la mejora nutricional de las materias primas ingeridas por los animales en cuestión.
El proyecto se basa en tres líneas de acción: la primera, el estudio de la alimentación animal, que pretende optimizar la calidad de su alimentación, para obtener un producto adecuado y saludable; la segunda, el desarrollo de productos cárnicos y lácteos, donde se estudia si la calidad nutricional y sensorial se mantiene en los diversos productos alimentarios “prototipo” elaborados; y, el tercero, el ensayo clínico, donde se investigan los efectos beneficiosos que podrían tener estos productos prototipo en la salud humana.
Para ello, en la cooperativa tecnológica cuentan con tecnologías para la obtención de aceites y tortas de semillas oleaginosas (prensado en frío), además de una planta piloto para el desarrollo de prototipos de alimentos. Paralelamente disponen de técnicas que permiten analizar “de manera muy exhaustiva”, aseguran, el perfil nutricional tanto de todas las materias primas, como de alimentos obtenidos a lo largo del proyecto.
Con la puesta en marcha de Nutfood “aportamos mejoras al sector agrícola utilizando materias primas alternativas producidas localmente, siguiendo la línea de la Estrategia de Economía Circular de Euskadi 2030. Además, se contribuye a reducir el impacto ambiental en la ganadería, al reducir las necesidades de transporte de dichas materias primas y las emisiones de metano de origen entérico en las ovejas. Y se permite que la industria alimentaria disponga de alimentos más saludables que den respuesta a la actual demanda de los consumidores cada vez más preocupados por su salud”, explican desde Leartiker.
Esta apuesta por la innovación ya ha despertado interés, pues aseguran desde el centro tecnológico que varias empresas de la cadena alimentaria han mostrado su interés en los resultados del proyecto, como, por ejemplo, diversos agentes del sector primario, empresas de transformación de productos lácteos y cárnicos, empresas de distribución y el Clúster de Alimentación de Euskadi. “Los productos lácteos y cárnicos que se elaborarán en Nutfood presentan una oportunidad para abrir nuevos mercados que valoran productos de calidad diferenciada, lo cual se podría materializar con el etiquetado diferenciado, con una marca de calidad o label específica para este tipo de productos con altos contenidos en PUFA [ácidos grasos poliinsaturados] y antioxidantes, saludables para el consumidor”, reflexionan desde el centro tecnológico.
Además de Leartiker participan en este proyecto apoyado por el Programa ELKARTEK 2020 del Grupo SPRI, Neiker, miembro de la alianza vasca BRTA, EHU/UPV Metabolomips y Tecnalia, todos ellos agentes de la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación. Las investigaciones comenzaron a principios de verano de 2020 y se prevé su conclusión para finales de 2021.
El Grupo SPRI impulsa la I+D de las empresas vascas con herramientas, activos, ayudas, grupos de trabajo y alianzas con el fin de potenciar la investigación y generar nuevas tecnologías, con programas como Elkartek, Emaitek o Hazitek, cuya información puedes obtener aquí.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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