Desde el uso de inteligencia artificial sobre imágenes de retina para monitorizar a pacientes con enfermedad de Parkinson, hasta apósitos biodegradables para curar heridas crónicas o biomarcadores de imagen para el tratamiento de cáncer de pulmón. Mondragon Unibertsitatea lleva ocho cursos impartiendo el grado en Ingeniería Biomédica y cuatro el máster en Tecnologías Biomédicas, unas enseñanzas que la universidad compagina con múltiples proyectos en Euskadi vinculados al sector biosalud. Conversamos con Maialen Aginagalde, coordinadora del grado, Maitane Barrenetxea, coordinadora del máster, y Unai Ayala, coordinador sectorial de I+D Salud.
Euskadi tiene el ámbito biosalud como uno de los bloques prioritarios de la estrategia de especialización inteligente RIS 3 Euskadi. ¿Se venía reclamando por parte de las propias empresas del sector un grado y máster de estas características para que Euskadi formase su propio talento en la materia?
(Maialen): Fue Mondragon Corporación la que en 2012 vio una gran oportunidad en la industria de las tecnologías biomédicas (MedTec), ya que es un sector que genera un impacto positivo en la salud de los pacientes y mejora la eficiencia para las organizaciones sanitarias, entre otras ventajas. En este contexto, si se quería impulsar la creación de empresas en este ámbito, incluso si se buscaba la diversificación de empresas existentes, se vio necesario la creación de ingenieros que conocieran dicho sector, es decir, la necesidad de ingenieros biomédicos. Una disciplina muy particular y con necesidades específicas.
Con una mayor esperanza de vida, ¿es la implantación de tecnología en la medicina la vía por la que se puedan realizar las mayores mejoras para la salud de las personas?
(Unai): Se estima que dentro de 30 años la población mayor de 60 años se duplicará y que el número de personas mayores de 80 años aumentará significativamente. Este aumento de la esperanza de vida conllevará un aumento significativo del número de pacientes con enfermedades crónicas generando un alto coste sanitario para el sistema. Es por ello clave que, de la mano de la transformación digital, se generen nuevos modelos de asistencia, tratamiento y prevención para reducir dichos costes. Tecnologías como la inteligencia artificial, el 5G, la realidad aumentada o virtual, robótica o impresión 3D posibilitarán la atención hospitalaria en casa, tiempos de respuesta rápidos aumentando la efectividad de los tratamientos o una medicina preventiva guiada por la explotación de los datos. Sin olvidar la necesidad de nuevas tecnologías de apoyo que mejoren la calidad de vida de los más mayores.
Empresas vascas que se han dedicado a otros ámbitos como la máquina herramienta han ido creando divisiones vinculadas a la biomedicina. ¿Cuál es el potencial de crecimiento que existe en este sector?
(Unai): Las empresas industriales vascas cuentan con una alta capacitación tecnológica para dar respuesta a las futuras necesidades del sector. Como ejemplos de diversificación, diversas cooperativas de Mondragon Corporación han apostado por desarrollar soluciones en este ámbito como es el caso de éxito de Kiro-Grifols, iniciativa puesta en marcha en un proyecto intercooperativo entre la Corporación y las cooperativas Assembly, Loramendi y Aurrenak, o la apuesta de Ulma por desarrollar soluciones basadas en la imagen médica no invasiva. El sector biomédico en Euskadi tiene un gran potencial de crecimiento, lo que se demuestra con el aumento en el número de empresas en el sector en los últimos años. Ya son más de 200 en la actualidad.
¿Cuál es el perfil de las personas egresadas?
(Maialen) El ingeniero biomédico es un perfil muy multidisciplinar, que aborda diferentes campos mediante conocimientos de diferentes disciplinas (medicina, electrónica, mecánica, informática…). Por ello, el perfil de cada universidad suele ser distinto, definido por el plan de estudios. Cuando se vio la necesidad, por parte de la Corporación Mondragon, de formar ingenieros para el sector sanitario, se realizó un estudio de las empresas existentes y también de los ámbitos que pudieran ser emergentes y encajar en el sector de Euskadi. Así, se definió el perfil ingeniero de la Universidad de Mondragón, el cual se centraría en los siguientes ámbitos durante los cuatro años del grado: órtesis, prótesis e implantes, eHealth, equipamiento médico hospitalario, medical devices, imágenes y señales biomédicas, instalaciones sanitarias y normativa, y logística y automatización de productos biotecnológicos.
(Maitane): El Máster en Tecnologías Biomédicas responde a las necesidades de preparación de nuevos profesionales como resultado de los avances tecnológicos en el sector sanitario. Es por esto que los egresados del Máster en Tecnologías Biomédicas tienen competencias técnicas avanzadas en las tecnologías que mueven este sector en la CAPV, tales como el procesamiento de señales e imágenes biomédicas, la fabricación aditiva o la inteligencia artificial. Esto concede a los egresados del Máster una ventaja competitiva importante a la hora de incorporarse al sector biomédico en la CAPV.
¿El de la biomedicina es un sector al que pueden aspirar a través del máster personas que se hayan formado en otras especialidades técnicas?
(Maitane): Así es, el acceso al máster es directo para aquellos egresados del grado en ingeniería biomédica. El resto de titulados de la rama de la ingeniería y otras especialidades científico-técnicas pueden acceder al máster completando una serie de complementos formativos (1-2 asignaturas) que se cursan en formato online y a ritmo del estudiante durante el curso previo al comienzo del máster.
El perfil de estos titulados es especialmente interesante para las empresas del sector, ya que cuentan con conocimientos sólidos de su titulación de origen (electrónica, mecánica, informática,…) además de los conocimientos técnicos necesarios para dar solución a los problemas del sector biomédico, estos últimos adquiridos durante el desarrollo del Máster.
Además, la incorporación de este perfil al Máster en Tecnologías biomédicas ha sido todo un acierto desde el punto de vista de la experiencia formativa en el aula, ya que permite la creación de grupos de trabajo multidisciplinares, que son muy abundantes en el sector biomédico.
El Grupo SPRI impulsa la I+D de las empresas vascas con herramientas, activos, ayudas, grupos de trabajo y alianzas con el fin de potenciar la investigación y generar nuevas tecnologías, con programas como Elkartek, Emaitek o Hazitek, cuya información puedes obtener aquí.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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