El Grupo de investigación eVIDA de la Universidad de Deusto ha desarrollado una plataforma tecnológica que gracias al big data y la inteligencia artificial es capaz de proporcionar al usuario información sobre la concentración de contaminantes atmosféricos en el aire y precisar la calidad del aire en diferentes espacios. Además, ofrece un sistema de alarma personalizado para los usuarios más sensibles a este tipo de contaminación.
Esta solución tecnológica denominada healthyAIR, está basada en una red de dispositivos que miden la calidad del aire haciendo uso, por una parte, de las estaciones de calidad de aire públicas y, por otra, de los dispositivos personales. El uso de dos tipos de fuentes de datos permite a los usuarios recibir información detallada y más ajustada a las necesidades personales de cada persona.
Para actuar ante cualquier escenario, healthyAIR dispone de un módulo de alarmas que permite al usuario configurar unos valores límite para cada uno de los contaminantes registrados en la plataforma, como pueden ser las partículas en suspensión, el monóxido de carbono, el dióxido de nitrógeno o el dióxido de azufre, entre otros. De esta manera, cada vez que el usuario supere esa cifra establecida recibirá una notificación en su móvil que podrá ser dirigida posteriormente a su médico.
Esta mecánica funciona gracias a que “los datos almacenados en la nube comparan los resultados de los históricos de la contaminación ambiental a la que los usuarios han estado expuestos, tanto en espacios cerrados como en ambientes abiertos”, aclaran desde eVIDA.
Además, tal y como explican desde el grupo de investigación, «gracias a la inteligencia artificial, el análisis estadístico de los datos permite predecir con tres días de antelación los cambios en la concentración de contaminantes con hasta un 85 % de acierto. De esta forma, podemos seguir la evolución del nivel de polución y actuar de manera preventiva”.
La solución propuesta no solo cumple con el objetivo de medir la calidad del aire de manera personalizada y registrar los valores para poder llevar un seguimiento, sino que la información generada en la plataforma podría servir a los organismos estratégicos para tomar medidas que consigan que el aire que respiramos sea más saludable, reduciendo así riesgos, sobre todo, para la población más vulnerable.
El dispositivo tecnológico
El prototipo creado consta de dos partes: por una parte, un dispositivo con los sensores necesarios para medir de manera efectiva la calidad del aire, y, por otra, una plataforma software de recogida y análisis de datos.
Esto se traduce en la práctica en una base de datos que se constituye gracias a la medición de la concentración de gases, partículas en suspensión, localización, temperatura y humedad. Un servidor almacena estos datos y los devuelve en forma de información a la persona concreta y a los profesionales sanitarios. De esta manera, “se puede hacer un seguimiento en tiempo real y evitar, en la medida de lo posible, problemas cardiorrespiratorios del usuario”, detallan los investigadores.
Además de lo anterior, también incluye dentro del dispositivo un microcomputador que se encarga de corregir cualquier error producido por factores externos y de sincronizar las correcciones con el servidor central y la aplicación móvil.
Para que el dispositivo sea lo más cómodo y ligero posible, la caja que contiene los sensores y elementos del dispositivo se ha realizado mediante fabricación aditiva, con diseño e impresión en 3D, siendo así portátil y usable.
El Grupo SPRI impulsa la I+D de las empresas vascas con herramientas, activos, ayudas, grupos de trabajo y alianzas con el fin de potenciar la investigación y generar nuevas tecnologías, con programas como Elkartek, Emaitek o Hazitek, cuya información puedes obtener aquí.
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