Naru Intelligence es una pyme guipuzcoana que utiliza sistemas de Big Data e Inteligencia Artificial en el ámbito de la Biomedicina. Afincada en Donostia, se fundó en 2016 de la mano de Eider Sánchez y Maider Alberich, dos ingenieras a las que la vida unió en lo profesional, después de haber compartido la experiencia de acompañar a un ser querido en su lucha contra el cáncer. Casi una década después, han conseguido formar un equipo de 20 personas que dedican su actividad al desarrollo de algoritmos inteligentes que permiten mejorar la calidad de vida de los pacientes de cáncer y enfermedades crónicas.
¿Asocian la Inteligencia Artificial (IA) y la Biomedicina?
Sí, nuestro objetivo principal desde la creación de Naru ha sido mejorar la calidad de vida y los resultados clínicos de los pacientes de cáncer a través de la Inteligencia Artificial. En concreto, buscamos mejorar los resultados de los pacientes presentes y futuros gracias a aprender sobre todo lo que les ha pasado a los pacientes presentes y pasados. Aprendemos de los resultados de sus tratamientos y de las complicaciones que han tenido durante su tratamiento. Gracias a ello, lo que conseguimos es anticiparnos a lo que sucederá en el futuro con pacientes de características similares, reducir las complicaciones graves y los ingresos hospitalarios y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Y, al mismo tiempo, acompañamos a los equipos clínicos del hospital para que proporcionen a cada paciente una aproximación terapéutica más personalizada, mejorando los protocolos clínicos y de toma de decisiones clínicas.
¿Qué es exactamente lo que ofrecen?
Por un lado ofrecemos al paciente una aplicación para que en cualquier momento comunique al equipo del hospital sus síntomas, su estado de salud y cómo se sienten. Por otro lado, ayudamos al equipo del hospital a priorizar a los pacientes en función de su riesgo o gravedad para poder prestar a cada paciente la atención necesaria en cada momento del tratamiento. Hay que tener en cuenta que los tratamientos cancerígenos son muy agresivos, y que el paciente puede pasar muchos efectos mientras está en su casa, algunos de ellos graves. A través de nuestro sistema, el paciente tiene la posibilidad de recibir una respuesta temprana del hospital antes de que la complicación se agrave. Por otro lado, también ofrecemos al hospital herramientas basadas en algoritmos avanzados de Inteligencia Artificial que permiten aprender de grandes poblaciones de pacientes y avanzar así en el nuevo conocimiento para mejorar los resultados con los futuros pacientes.
Hace unos años que fundaron la empresa, ¿han cambiado mucho las cosas?
Maider y yo empezamos la empresa hace seis años y hoy somos ya 20 personas en plantilla. En estos años hemos desarrollado tecnología, hemos llevado adelante validaciones clínicas con hospitales, hemos certificado con la Agencia Española de Medicamento que el producto sea aplicado a la atención médica a nivel europeo, hemos tenido nuestros primeros clientes y hoy en día los pacientes utilizan nuestras herramientas en los hospitales. Un camino largo, pero satisfactorio.
¿Cuál es vuestro nicho de mercado?
Nuestros clientes son, por un lado, los hospitales y los sistemas sanitarios, que buscan mejorar los resultados clínicos y vitales de sus pacientes. Y por otro lado, la industria farmacéutica, que ofrece a los hospitales nuestro sistema para poder medir las complicaciones y resultados que tendrán los diferentes pacientes y perfiles cuando despidan nuevos tratamientos.
¿Qué tienen ahora entre manos?
En este momento nuestro principal objetivo es llevar nuestro sistema al mayor número de pacientes posible. En nuestra tecnología hemos trabajado mucho la ciberseguridad y la privacidad de datos, y el innovador sistema que ofrecemos hoy en día permite que los hospitales no tengan que compartir sus datos, aunque participen en iniciativas muy grandes.
¿Y de cara al futuro?
Queremos poner en marcha, sobre todo a nivel europeo, grandes iniciativas entre hospitales para dar un paso adelante en el conocimiento del cáncer y las consecuencias y complicaciones de los tratamientos.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
Te interesa ¿verdad?