EIPC es una empresa de Eibar dedicada a la fundición de precisión, fundamentalmente para el sector aeronáutico. La alta calidad de sus productos se traduce en que fabrica más de 50 piezas del Airbus A320, además de tener piezas en prácticamente todos los programas de aviación europeos. Cuenta además con una unidad específica de I+D, que supone el 10% de su facturación. La compañía ha recibido una ayuda del programa de ciberseguridad industrial del Grupo SPRI, que desde hace tres años cuenta con Basque Cybersecurity Centre (BCSC) como impulsor del ecosistema vasco de ciberseguridad y por tanto también de este programa de apoyo económico.
La empresa nace en 1985, dentro del histórico Grupo Alfa de Eibar, como una fundición del sector aeronáutico para la fabricación de piezas de aluminio y aleaciones de níquel. También se adentra en la producción de piezas de acero para otros sectores como la automoción.
El hito importante se localiza en 2018, cuando entra en liquidación y es adquirida por un grupo familiar de inversores y pasa a denominarse Eibar Precision Casting (EIPC). “En nuestra planta de Eibar es donde fabricamos las piezas para el sector aeronáutico, mientras que la mayoría de piezas para los demás sectores las fabricamos en China. El 100% de las piezas son controladas en nuestras instalaciones de Eibar. Además, en 2020 adquirimos nuestro principal proveedor en China, ampliando el control sobre nuestra cadena de suministro”, explican Gonzalo Orbea, CEO de EIPC, y Pedro Rodríguez, director de I+D.
EIPC es una fundición a la cera perdida o microfusión, lo que se traduce en una fundición de precisión. “Hacemos una réplica de la pieza metálica en cera y a través de la aplicación de sucesivas capas de revestimiento cerámico sobre la cera fabricamos un molde. Luego vaciamos la cera y queda el molde cerámico hueco que es donde colamos el metal. La particularidad de nuestro proceso de fundición es que el molde cerámico lo precalentamos y así el metal fluye de manera que podemos conseguir geometrías muy complejas y espesores finos. Eso permite una reducción de peso en la pieza, lo que es muy valorado en el sector aeronáutico. También da mucha libertad al diseñador de nuestro cliente ya que puede obtener una pieza de fundición compleja y muy cercana al diseño final”.
En España hay tres fundiciones de este tipo “y solo dos nos dedicamos a piezas aeronáuticas”. La compañía fabrica más de 50 piezas para el avión Airbus A320. “Si te montas en este avión, puedes decir que lleva más de 50 piezas fabricadas en Eibar”.
El producto que ofrecen es de alta calidad y complejidad. El tiempo de fabricación medio de cada pieza supera los dos meses.
EIPC fabrica, entre otros, cajas para componentes electrónicos y electroópticos que forman parte de los sistemas de control del avión, tubos para conductos de combustible y aire, válvulas para sistemas de aire acondicionado y piezas que componen los motores. “Hacemos piezas en tres tipos de materiales: aluminio, aceros y superaleaciones coladas en horno en vacío”.
Sus mayores clientes son las compañías líderes de la aviación como Airbus, Safran, Liebherr Aerospace e ITP y se vanaglorian de que les venden directamente sus piezas. “De la exigencia de estos clientes solo pueden salir mejoras”.
La otra pata del negocio son piezas para los sectores de automoción, naval, ferrocarril, ascensores, valvulería, maquinaria en general, construcción y otros. “Son piezas en acero, más simples, fabricadas en series más largas y con utilidades variopintas. Por ejemplo, un sensor para motores de coches, separadores de agua y aceite para barcos…”
La compañía alcanzará este año los 12,5 millones de facturación y cuenta con una plantilla de cerca de 90 personas. La I+D es clave en el negocio y cuentan con una unidad específica, con lo que la investigación y desarrollo alcanza el 10% de la facturación. “Somos muy activos en los programas que lanza SPRI y tenemos mucha colaboración con la red vasca de ciencia y tecnología”.
La ayuda del Grupo SPRI del programa de ciberseguridad industrial se ha dedicado a la segmentación de la red y la instalación de firewalls en los sistemas de seguridad. El proyecto está ya en la fase de conclusión.
“Los retos futuros son mantener las cuotas de crecimiento actuales y alcanzar el 10% de incremento sostenido en los próximos años manteniendo la diversificación. No queremos tener dependencia de un cliente ni de un sector”. Además, prosiguen con sus mejoras tecnológicas, “con tipologías de piezas más complejas donde tengamos menos competencia y la mejora de materiales, proceso productivo o la digitalización. Y ponernos a nivel “champions” entre las microfusiones europeas, que es lo que nos piden nuestros clientes”.
Asimismo, EIPC se afana en desarrollar la nueva cultura empresarial, con una mayor participación e implicación de los trabajadores. “Se nota el arraigo de la empresa entre la gente de Eibar. El compromiso del equipo es total y es una de nuestras fortalezas”.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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