La implicación de las personas que trabajan en las empresas es una de las claves del éxito de la digitalización en la industria. Ha sido una de las ideas principales debatidas en una jornada, organizada por el Grupo SPRI en Bilbao a través de Enpresa Digitala, que ha abordado el impulso de las nuevas tecnologías de información en las compañías industriales.
Leyre Madariaga, directora de Transformación Digital y Emprendimiento del Gobierno vasco, ha asegurado que la digitalización en la industria es una “oportunidad sin parangón para fomentar nuestra productividad” y ha revelado que, para 2026, más de del 25% de las empresas obtendrán su negocio de las experiencias digitales.
Ha agregado que la digitalización “es un indicador del desarrollo económico” y se ha referido a la estrategia para la transformación digital de Euskadi, aprobada en 2021 y con vigencia para 2025. “Hemos ideado un itinerario que se inicia con la sensibilización y finaliza con la implantación de proyectos”. “Una sociedad plenamente digital debe contar con una administración que promueva el liderazgo”.
Tomas Iriondo, director general del cluster Gaia, ha enfatizado que la digitalización “es el gran cambio cultural” de las empresas. “Pensábamos que la smartización del producto era suficiente, pero nos hemos dado cuenta de que tenemos darle otras capas como la ciberseguridad o la inteligencia artificial. Hay una materia prima que es el dato, que se convierte en nuestra gasolina y riqueza. Va a ser el elemento decisivo de nuestra organización. Hay que transformar el dato en información relevante”.
Iriondo ha incidido en la necesidad de integrar un buen número de tecnologías. “Hasta ahora la información relevante la pasábamos al CEO y ahora llega de manera adaptada a todas las personas de la organización. Si no es así, no lo estamos haciendo bien. Tenemos que orientar la transformación digital para empoderar a todas las personas de la organización”.
Se ha referido a la ciberseguridad como “una inversión, no como gasto. Es una decisión estratégica de la organización. Tiene que ser una de las grandes partidas de inversión”. Y ha vuelto a incidir en la inversión “en el reciclaje de nuestro capital humano. Vamos a ser industriales de la economía del dato. Tenemos que crear espacios de datos abiertos y tendremos que aprender a monetizar”.
Olatz Molinos, jefe de producto de eficiencia energética y automatización de edificios en la empresa Carlo Gavazzi (especializada en la eficiencia energética), ha resaltado que se requieren tecnologías abiertas. “El primer paso para ser eficiente es ser consciente de lo que se consume”.
Patxi Rubin, director técnico de IMAR Innometal, lideres en envolventes metálicas para edificios singulares, ha descrito su experiencia con la digitalización, que implantaron en 2020, para monitorizar en tiempo real toda la producción y sus incidencias. “Implantamos un configurador de ofertas avanzado, que saca 90-95 al día. Y ahora conocemos en tiempo real el estado de las instalaciones de la fábrica”. Uno de los proyectos más novedosos es la digitalización para el desgaste de las máquinas. “Nos permite adelantarnos al problema viendo cómo evoluciona el desgaste”. Así, los 15 días de parada de una máquina se han reducido a tres.
Javier Sordo, director de desarrollo de negocio de la compañía Bexreal (que utiliza la realidad aumentada y mixta en la industria), ha explicado su experiencia con la empresa Sercame (dedicada a la gran estampación en chapa). Han aplicado la documentación comercial interactiva, la optimización de los trabajos de instalación, montaje y mantenimiento o la mejora del proceso de diseño mediante gemelos digitales.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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