Como todos los sectores, la industria agroalimentaria se ha visto también golpeada por la pandemia derivada del COVID-19. “A pesar de que es un sector fundamental y estratégico en la economía y sociedad actuales, no ha evitado tener repercusiones negativas”, reconoce, Idoia Olabarrieta, investigadora senior en AZTI, que ve en esta crisis un punto de inflexión para la industria 4.0 y la transformación digital de las empresas.
Idoia Olabarrieta es coautora junto a Ángela Melado, ambas expertas en cadena alimentaria, del informe ‘Industria 4.0 o inteligente: clave para adaptar la cadena alimentaria al escenario post Covid-2019′. Según explica, las empresas que contaban con herramientas digitales han tenido una mejor respuesta y han afrontado mejor la crisis. Por eso, la investigadora de AZTI considera que la tecnología 4.0 ha demostrado la importancia de sus ventajas para la diferenciación respecto a modelos más clásicos de operación en diversas áreas de las empresas alimentarias.
Las nuevas tecnologías de la industria 4.0 asociadas al sector alimentario se refieren a sensórica, digitalización, conectividad e inteligencia artificial, que “brindan la capacidad no solo de controlar y predecir más información, sino de hacerlo además en tiempo real”, explica Olabarrieta.
Entre las ventajas concretas que ofrece la digitalización, Olabarrieta apunta cuatro: la industria inteligente, que permite el control de la producción, la eficiente gestión de recursos, o la sostenibilidad; la conectividad, que aporta transparencia y mejor trazabilidad de los productos en cadena; los recursos humanos, porque facilita la labor de las personas trabajadoras; y una mayor conexión entre empresas y consumidor.
Uno de los objetivos del Grupo SPRI es la transformación digital de las empresas vascas. La impulsa a través de programas de ayuda a la digitalización como Basque Industry 4.0, BDIH Konexio, Ciberseguridad Industrial, Enpresa Digitala o Inplantalariak, entre otros.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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