El pasado mes de mayo Eldu celebró sus 60 años dedicada al mantenimiento y construcción de instalaciones de alta tensión. Durante esta larga trayectoria la empresa vizcaína ha experimentado un crecimiento continuo que la sitúa al frente del 80% del mantenimiento de la energía eléctrica en alta tensión de las empresas industriales del País Vasco. Además, desde su constitución en 1983 en Bilbao, la empresa ha replicado su modelo de negocio en Pamplona, Zaragoza, Madrid, Andalucía, Castilla La Mancha o Valencia, y ha alcanzado una cartera de contratos de mantenimiento superior a los 6.000.
En los últimos años Eldu ha hecho una clara apuesta por la digitalización y ha participado en el programa BIND 4.0 del Grupo SPRI. “La transformación digital nos va a permitir estar conectados online con nuestros clientes, tener una eficiencia muy importante en nuestros procesos internos, y poder gestionar la cantidad de datos que tomamos en nuestras revisiones de mantenimiento de nuestros clientes”, explica Inaki Gorostiza, director general de Eldu. Además, “una adecuada gestión de esos datos nos ha permitido desarrollar modelos predictivos, que a su vez mejoran el servicio”, añade.
Sus 60 años de historia animan a la empresa a mirar hacia el futuro con retos como “maximizar nuestra relación con los clientes en la prestación de servicios técnicos de alto valor añadido y ampliar la gama de servicios”, explica Gorostiza. Como ejemplo, el director general de la compañía cita la constitución hace cinco años de Eldu Trafo Services en Bedia (Bizkaia), la filial dedicada a la reparación de transformadores de potencia, “que ha tenido un enorme éxito en el mercado y que nos anima a seguir innovando en nuevos productos y servicios a nuestros clientes”, concluye.
Uno de los objetivos del Grupo SPRI es la transformación digital de las empresas vascas. La impulsa a través de programas de ayuda a la digitalización como Basque Industry 4.0, BDIH Konexio, Ciberseguridad Industrial, Enpresa Digitala o Inplantalariak, entre otros.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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