Plato Hola es una vajilla capaz de reducir las calorías de una comida, un proyecto que ha sido diseñado por 4 jóvenes ingenieros e ingenieras en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Bilbao.
El producto, que ya está patentado, salió al mercado hace a penas un año y ha despertado un gran interés a nivel estatal.
El plato es fruto de una investigación de 2 años, donde el equipo contó con el asesoramiento de personas expertas nutricionistas. El resultado se inspira en procesos de la propia naturaleza, tal y como explica Ander Méndez, ingeniero y miembro del equipo, “nos fijamos en las esponjas de mar, que se alimentan a través de los poros realizando una absorción selectiva de las sustancias que les interesan, y aplicamos ese proceso a la superficie del plato”.
El resultado es una superficie de porcelana que cuenta con cerca de 1.500 hendiduras. Esos poros están diseñados para filtrar y retener la grasa y el aceite de las comidas, separando así los lípidos sobrantes. De esta forma, el plato consigue reducir significativamente la ingesta de grasas. “Los estudios realizados por dietistas han determinado que utilizando Plato Hola puedes reducir hasta un 30% de las calorías del plato, en función de la comida”. El sistema está pensado especialmente para alimentos con exceso de grasa o aceite, como fritos o ensaladas.
Plato Hola se lanzó en enero de este año, con el apoyo de la aceleradora Zitek de la UPV/EHU y la Diputación Foral de Bizkaia. Al poco de iniciar sus ventas a través de la web, el sector de las farmacias se interesó por el producto como solución dietética y actualmente están presentes en más de 300 farmacias a nivel estatal. También han conseguido entrar en las parafarmacias de grandes almacenes y a día de hoy superan las 10.000 unidades vendidas.
La startup vasca es una de las 6 jóvenes empresas seleccionadas para participar en el programa SoSa Tel Aviv, gracias a un acuerdo entre la aceleradora israelí y la Diputación Foral de Bizkaia. Esto supone una oportunidad para impulsar el proyecto y abrirlo a nuevos mercados. “Israel es el cuarto país del mundo en consumo de aceite vegetal, así que sería un mercado muy interesante a explorar”, explica el ingeniero Ander Méndez.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
Te interesa ¿verdad?