Mccgraphics, ubicada en Renteria, es una cooperativa integrada en el Grupo Mondragon dedicada a la impresión industrial, la única de sus características en Euskadi, que exporta más del 50% de su producción. La empresa ha recibido una ayuda del programa de Ciberseguridad Industrial del Grupo SPRI.
Mccgraphics tiene sus orígenes en una agrupación de tres cooperativas que se dedicaban a las artes gráficas: Litografia Danona (fundada en 1969) en Oiartzun, Artes gráficas Elkar (1967) en Loiu y Evagraf (1966), en Vitoria. “Se juntan compartiendo la gerencia y en 1999 se constituye una SA para dedicarse a la impresión rotativa”, explica Imanol Andrés, responsable de sistemas de la compañía.
En 2011 se fusionan en una única cooperativa, Mccgraphics, manteniéndose en el sector de las artes gráficas, “pasando a una impresión industrial, que es lo que demanda el mercado”.
Los productos que ofrecen son fundamentalmente la impresión de catálogos industriales, cabeceras de revistas y libros. Sus clientes son del sector industrial, principalmente de la automoción y editoriales. La mitad de su mercado está en el extranjero, “casi todo en Francia, ya que estamos al lado”.
Mccgraphics trabaja, en la impresión de catálogos para empresas como Ikea, Saltoki o SNA. En su planta de más de 5.500 metros cuadrados, su capacidad de producción supera el millón y medio de folios por las dos caras. “Trabajamos unos 120 pedidos mensuales”.
La compañía no es ajena a la crisis del sector del papel que se inició en 2008. “El sector está todavía sin ajustarse; lo que hay son muchas empresas con facturaciones pequeñas. Nosotros, con nuestra fabricación en máquinas rotativa, no tenemos competencia en Euskadi; la tenemos en Barcelona y Madrid”.
Las inversiones en las artes gráficas son importantes y la rotativa de Mccgraphics tiene un costo de más de 6 millones de euros “y lo que hacemos son actualizaciones. Es un sector muy maduro. En tiradas medias y largas, la impresión digital no es competitiva”.
La plantilla está conformada por 55 personas. “con vistas a crecer en los próximos meses” y disponen de una única planta de impresión en Rentería. La facturación rondará este año los 13 millones de euros y la inversión a I+D es el 3% de su negocio.
La ayuda del Grupo SPRI del programa de ciberseguridad industrial se ha destinado a la actualización de todo el sistema de seguridad, con la sectorización de toda la planta y la actualización de los servidores. El proyecto ya está desarrollado.
Los retos futuros son alcanzar, en dos años, una facturación de más de 15 millones de euros y la automatización de líneas para ser competitivos. “Tienes que ser capaz de competir con una empresa de Turquía, porque es un mercado donde lo local no es lo importante. El precio es lo fundamental”. Por ello, sus planes buscan ahorros de papel en las tiradas y mayor rendimiento y automatización de las máquinas.
También apuestan por la digitalización, un proceso incorporado hace tiempo a su producción. “Pero teniendo cuenta que nuestro mundo es el papel, al final el producto es papel. Estamos viendo que el libro físico va volviendo, a la gente le gusta el tacto de pasar las páginas”.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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