Trebe se creó a finales de 2021, pero no fue hasta principios de 2022 cuando empezó su actividad. Nació como una spin-off de Vicomtech, el centro de Tecnologías de Interacción Visual y Comunicaciones que tiene su sede en Donostia y forma parte del BRTA. Tal y como dice Xabier García de Kortazar, CEO de la empresa, “en la parte de tecnologías del habla y del lenguaje, Vicomtech había llegado a un nivel de madurez que no era puramente de desarrollo tecnológico, sino que estaba dando ya un servicio, se estaba ofreciendo un producto”. De hecho, muchos de los subtítulos en EiTB o el traductor neuronal del Gobierno Vasco salen de allí.
Así, se pensó que desde un centro tecnológico dar soporte, servicio, mantenimiento o generar nuevas versiones no es lo que se debía de hacer, y, por tanto, se creó Trebe. Además, los perfiles de Vicomtech están más enfocados a la investigación, y como comenta el CEO, “cada uno es muy experto en su tecnología, su interés está en evolucionar su algoritmo, en el estado del arte y hacer publicaciones”. Actualmente, la empresa tiene un equipo nuevo de siete personas, pero con mucha experiencia anterior. “Esto es inteligencia artificial pura. Somos todos programadores”, indica García de Kortazar.
Trebe ha cogido de Vicomtech tres tecnologías: la traducción, que incluye textos, documentos con formato o subtítulos; transcripción, tanto offline como en tiempo real; y la síntesis de voz, que puede, entre otras cosas, locutar textos, clonar o convertir voces. De hecho, en transcripción es donde, según García de Kortazar, tiene la empresa “proyectos más interesantes y distintos”. “Actualmente Trebe está en plenos de ayuntamientos, centralitas o eventos”, asegura el CEO de la empresa. Además, en síntesis de voz ha llegado a clonar a personajes históricos.
“Leyendo esto la gente pensará que Amazon o Google ya ofrecen estos servicios, pero nosotros siempre decimos que Trebe se diferencia de otros proveedores en cuatro puntos”, dice el CEO. Primero, Trebe tiene el control total de su tecnología. De esta forma, puede adaptar los modelos a los casos de uso. Por ejemplo, no es lo mismo transcribir un juicio que un informe de radiología. El vocabulario es totalmente distinto. Segundo, la empresa puede desplegar su tecnología en casa del cliente. Esto sirve sobre todo para aquellas empresas que trabajan con datos muy sensibles, o de carácter confidencial. Tercero, la tecnología de Trebe se puede ejecutar en CPU sin necesidad de GPU. “Esto hace que la infraestructura sea mucho más económica. De hecho, diría que este punto es habilitador de los dos anteriores. Al ser más barata la infraestructura, es más fácil que el cliente lo despliegue en su casa, y al instalar en su casa es más fácil adaptar los modelos”, dice García de Kortazar. Y, por último, tiene cobertura de idiomas cooficiales. Así, además de español, francés e inglés, también tiene integrada en su tecnología el euskera, catalán y gallego.
En sus dos cortos años de historia, Trebe ya tiene clientes como EiTB, EJIE, Irekia, Parlamento Vasco, Diputación de Bizkaia y de Gipuzkoa, Zugaztel, Universidad de Deusto, Universidad Pública de Navarra, Spica, NireStream, Mutualia, Museo Guggenheim o Gureak. Además, trabaja también con empresas del ámbito de la traducción. “Se dedican a la traducción manual, pero previamente hacen una traducción automática, y luego ellos lo que hacen es la post-edición sobre nuestra traducción”, dice el CEO de Trebe.
De cara al futuro su gran objetivo es crecer. “Ahora estamos en rondas de inversión para tener más capacidad, más músculo y contratar más gente. Queremos sobre todo reforzar la parte comercial”, concluye García de Kortazar.
Uno de los objetivos del Grupo SPRI es la transformación digital de las empresas vascas. La impulsa a través de programas de ayuda a la digitalización como Smart Industry, BDIH Konexio, Ciberseguridad Industrial, Enpresa Digitala o Inplantalariak, entre otros.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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